Armario estilo Boulle, finales del siglo XIX.
Madera ebonizada, marquetería metálica y pietra dura.
Medidas: 185 x 118 x 45 cm.
Armario en madera ebonizada decorado con marquería en estilo Boulle y con suntuosas composiciones en pietra dura. El mueble presenta una estructura arquitectónica, rematado con entablamento y frontón, con la puerta central decorada con un plafón oval decorado con flores y aves realizadas con incrustaciones de piedras preciosas, complementándose con el mismo procedimiento de la piedra dura en las cuatro esquinas. Aplicaciones en metal dorado y repujado perfilan el entablamento (conformando una greca de follaje) y ordenan las secciones ornamentales, además de ornar las estípites a modo de ristras foliadas rematadas con bustos femeninos de inspiración griega. El mascarón con corona de laurel del faldón también es de bronce dorado. Estamos ante un tipo de mueble que se realizaba en talleres de élite que atendían a la nobleza. Ello se evidencia por la calidad de los materiales y la exquisitez de las técnicas. El diseño sigue la estética clásica de influencia romántica que predominó durante la época Napoleón III, combinando elementos como son la marquetería André-Charles Boulle, la madera ebonizada, los adornos de bronce y la pietra dura.
La técnica de pietra dura alcanzó su apogeo en la Italia del Renacimiento, particularmente en Florencia, bajo el patrocinio de los Medici. Uno de los centros más importantes para su desarrollo fue el Opificio delle Pietre Dure, fundado en Florencia en 1588 por el Gran Duque Fernando I de Medici, un taller que aún existe hoy y sigue restaurando y produciendo obras de arte con esta técnica. La aplicación de la pietra dura en muebles se extendió a lo largo de Europa durante los siglos XVII y XIX, gracias a su demanda entre las cortes europeas. Se convirtió en sinónimo de lujo y refinamiento, y algunos de los muebles más elaborados con incrustaciones de pietra dura se encuentran en colecciones reales y museos.