GUGIELMO PUGI (Italia, c. 1850 – 1915).
“Rebeca en la fuente".
Escultura en mármol y ónix.
Combina mármol blanco, gris y mármol de Siena.
Medidas: 134 cm. altura.
Con un título inspirado en un tema bíblico, y que al mismo recoge la larga tradición del género de las aguadoras, Gugielmo Pugi alcanza en esta escultura un elevado refinamiento. La calidad de la talla se aúna a la excelencia de los mármoles. Éstos adquieren un aspecto maleable y dócil, logrando con ello plasmar la justa caída de los pliegues, los amplios drapeados que nacen en la cintura, arremolinándose como caracolas. Asimismo, el gesto grácil de la mano rozando la mejilla enfatiza la actitud aturdida de la joven, que inclina la cabeza para concentrarse en sus pensamientos (en el encuentro con Eliezer y lo que ello significa para su futuro). El óvalo facial, de rasgos pequeños y armónicos, es envuelto por un turbante. La blancura del mármol para las carnaciones contrasta con los bellos jaspeados de la túnica.
El episodio bíblico narraba el encuentro entre Eliezer, criado de Abraham, y Rebeca en una fuente. La hospitalidad que Eliezer observa en la muchacha le otorga la certeza de que es la elegida para unirse a Isaac, el hijo de Abraham.
Pugi desarrolló su carrera en Florencia entre 1870 y 1915, año de su muerte. Alcanzó la fama por el busto del rey Umberto I que realizó para la plaza a él dedicada en Fiesole, localidad de nacimiento del artista. Además de retratos de busto y representaciones clasicistas del mismo género, Pugi realizó figuras de mujeres orientales y temas mitológicos y alegóricos. También realizó copias de estatuaria antigua para los extranjeros que visitaban Italia en el Grand Tour, las cuales eran comercializadas internacionalmente por la Galleria Bazzanti, con la que también trabajaron Cesare Lapini y Ferdinando Vichi. También participó en diversas exposiciones. Desarrolló un lenguaje que revela una cierta influencia del neoclasicismo, aunque mostrándose menos riguroso y dotado de una mayor gracia y sensualidad, muy en la línea del arte finisecular. Según fue creciendo su prestigio, Pugi amplió su taller contando con la ayuda de sus hijos, pasando su negocio a denominarse Guglielmo Pugi e Figli. Su producción fue amplia, tanto en mármol de Carrara como en otros materiales más económicos, como el alabastro o la terracota. Actualmente Guglielmo Pugi está representado en el Museo de Volterra, entre otros.