CARLOS MATA (Palma de Mallorca, 1949 – Barcelona, 2008).
“Caballo S/T”, 1997.
Hierro colado. Pieza única.
Adjunta certificado emitido por Margarita Yarmats, última compañera sentimental del escultor.
Firmada en la base.
Medidas: 33 x 30 x 13,5 cm.
El tema equino fue predominante en la singular obra de Carlos Mata. Las formas básicas a las que subsume esta escultura (cabe resaltar que estamos ante una obra única, sin otros ejemplares) arraiga en las antiguas civilizaciones mediterráneas, en la cuna de nuestra cultura. El hierro, en sus manos, es dotado de una pátina extemporánea, arcaica y vanguardista al mismo tiempo. En sus esculturas, Mata fue siempre fiel a esta reducción de los objetos a su esencia y de las siluetas a líneas puras. Precisamente es esta pureza la que hace brillar aún más la calidez de la textura del hierro, que compite en protagonismo con la propia forma de la pieza. Mata optaba por el bronce o el hierro para reflejar la calidez del trabajo manual, con sus superficies áridas e irregulares, ásperas, que invitan a tocar, y también con sus hendiduras fluidas, suaves, redondeadas.
Escultor, pintor y grabador, Carlos Mata estudió Bellas Artes en Barcelona y París, ciudades entre las que comparte su residencia desde sus años de formación. Celebró su primera exposición individual en la galería Canalls de Sant Cugat del Vallés en 1976, y a esta primera muestra le seguirán otras en Barcelona, Francia y Alemania. Entre sus últimas exposiciones destacan las celebradas en las galerías Kreisler de Madrid, Casal Soleric de Palma y Can Marc de Girona. Sus esculturas en hierro colado sin pulir aprovechan sus calidades austeras y rugosas en estilizaciones figurativas de cierto primitivismo y evocación arqueológica, generalmente tomando como tema animales, como toros o caballos. Idéntica intención esquematizadora se aprecia en su pintura, de tipo neofigurativo, planista y de contenida y reducida gama cromática. En 2008, a modo de homenaje póstumo, fue celebrada una importante antológica de su obra en Haras du Pin, en Normandía, Francia. Se trató de una retrospectiva formada por 35 caballos de bronce, además de su colección de joyería.