Alfombra persa Isfahán. Irán, ca. 1960-1970.
Lana y seda anudada a mano. 900.000 nudos/m2.
Firmada: "Said Atarian".
Medidas: 108 x 71 cm.
Alfombra realizada a mano, que presenta un campo de color blanco marfil, sobre el que se desarrollan temas florales y aves del paraíso de gran exuberancia formal y cromática. El conjunto presenta una ornamentación a base de finos tallos y ornamentos vegetales que crecen de un modo caprichoso pero que se completan con una disposición simétrica. La orla se compone de una sola banda, en la que crecen también ramilletes sinuosos y floridos. Dominan los tonos contrastados: azules, rojos, verdes... en contraste con blancos y ocres.
Isfahán es una ciudad de Irán conocida por ser uno de los lugares más famosos en relación a la producción de alfombras persas. En muchas ocasiones estas alfombras han sido erróneamente denominadas como polacas, por la ruta comercial establecida desde Persia a Francia, la cual pasaba por Polonia. Se caracterizan por su gran calidad, realizadas en base de seda o algodón, y lana, que es recortada de manera muy fina. Su decoración se fundamenta en el uso de motivos tradiciones, inspirados en la arquitectura y los azulejos de la zona, aunque también se destacan los patrones estéticos de inspiración poética. A menudo se usa un tipo de colores suaves y tonos pastel.