Luohan. China, siglo XX.
Madera policromada.
Medidas: 50 x 24 x 19 cm.
A veces, se traduce Luóhàn como “Buda”, pero esto es de nuevo un error. Luóhàn no es un nombre propio de un personaje particular, ni tampoco es sinónimo de buda*. Luóhàn es la traducción china del término sánscrito arhat, una persona muy avanzada en el camino espiritual pero que aún no ha alcanzado la budeidad. También era éste el nombre que se utilizaba para referirse a los seguidores originales de Buda, que algunas tradiciones cuentan como cuatro y otra como diez. Posteriormente el número de estos seguidores originales se amplió a 16 para incluir a patriarcas y a otros adeptos espirituales. Las enseñanzas sobre los arhats viajaron desde la India hasta China, donde se acuñó el término luóhàn para referirse a ellos. Fue en China donde se añadieron dos más hasta completar el número de dieciocho luóhàn, mientras que en India o en Japón permanecieron como dieciséis. En China se desarrolló un culto hacia estos dieciocho luóhàn como guardianes y protectores del budismo. Un luohan —a menudo escrito luóhàn— es el término chino para un arhat, uno de los discípulos históricos de Buda. A medida que se desarrolló la tradición budista, y especialmente en los países budistas de Asia oriental, la cantidad de arhats o luohans tendió a aumentar, y al menos los más importantes fueron considerados como casi bodhisattvas o seres completamente iluminados, dentro de una amplia gama de seres sobrenaturales y potestades. De acuerdo con la tradición budista, grupos de 16, 18 o 500 luohans esperaban la llegada de Maitreya, el futuro Buda, y estos grupos se usaban con frecuencia en el arte budista del Asia oriental