Ebisu. China, siglo XX.
Coralinum.
Base en madera.
Peso: 88 gr. (sin peana).
Medidas: 11 x 7 x 2 cm (coral); 13 x 8 x 3 cm (con peana).
Escultura de bulto redondo enteramente tallada en coral, que representa a uno de los más populares dioses de la Fortuna, Ebisu, de origen japonés. Suele ser representado como un anciano pescador acompañado de un gran pez (símbolo de la prosperidad) o montado en él, como en esta pieza. El cincelado y la talla son minuciosas, al plasmar las escamas, los drapeados, la expresión sabia y risueña del boddisatva. El anciano aparece vestido con una túnica sencilla, que cae formando expresivos pliegues, en los que el escultor se recrea, como es corriente dentro de la tradición de la escultura china. Los alargados lóbulos de las orejas indican que nos encontramos frente a la figura de un sabio.
Entre los más bellos productos que el mar ofrece a la vanidad de los humanos está, sin duda alguna, el coral rojo, que en todos los tiempos ha servido de preciado adorno con el que muchos pueblos se engalanaban y ornamentaban. En algunas culturas de Oriente, el coral rojo no representa sólo un adorno muy estimado, sino que también es señal de dignidad o mando: los mandarines de China lo llevaban como atributo de su autoridad. Los turcos eran también muy aficionados a los adornos de coral, que no sólo usaban en su persona, sino también en la decoración y ornato de sus viviendas. Los griegos designaban al coral con el nombre de korallion, que significa "adorno del mar", este vocablo pasó al latín como corallium, del que se derivó la palabra coral. El color del eje calizo ofrece gran variedad de matices que van del rojo al rosado y algunas de estas coloraciones tienen una delicada y suave tonalidad rosa, la más buscada por los buceadores. El eje calizo tan compacto y homogéneo es susceptible de ser sometido al más perfecto pulimento sin que se disgregue y resquebraje, propiedad que permite trabajarlo y tallarlo de mil diversas formas para lograr infinidad de objetos de adorno o de arte.