Cabeza de Gandhara, siglos II-III.
Buda.
Estuco.
Procedencia: antes de los años 90, en la colección belga A.B. (Bruselas). Desde entonces en una colección privada.
Medidas: 21 cm;; 33 cm (con peana)
Cabeza de Buda tallada en estuco. Pertenece a la cultura de Gandhara, y se caracteriza por la suprema serenidad y espiritualidad que exhala su rostro. Observamos varios lakshana o signos simbólicos específicos de la representación plástica de budas y bodhisatvas: lóbulos alargados de las orejas, símbolo de grandeza, nobleza y sabiduría; párpados entornados, símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su semejanza con los pétalos del loto; sonrisa esbozada, que simboliza el equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto; el tercer ojo en la frente, que simboliza la visión del mundo divino; el cabello recogido en un moño, que evoca un templo budista, aunque en este ejemplar el tallista muestra intención naturalista en la plasmación de los mechones ensortijados.
La región histórica de Gandhara, que corresponde al sudeste del actual Afganistán, al centro y norte de Pakistán, y al noroeste de India, fue una satrapía del Imperio Persa aqueménida desde el siglo VI a.C., conquistada por Alejandro Magno, manteniéndose helenística con los soberanos grecohindúes, hasta que fue anexionada al imperio Kushana (siglos I – III d.C.). Los kushan adoptaron muchos elementos de la cultura helenística, adaptando a su lengua el alfabeto griego, etc. Es por estas circunstancias históricas que se desarrolló en Gandhara el arte grecobudista, sincretismo entre la cultura griega y el budismo.