Escuela tibetana del siglo XIX.
"Karma Pakshi".
Bronce dorado.
Con firma al dorso.
Presenta marcas de uso y desgaste.
Medidas: 12 x 7,5 x 6 cm.
Karma Pakshi ha sido representado en esta escultura sedente como un boddisatva sentado en la postura de la flor de loto en un trono en forma de loto sintético. Su rostro sereno transmite sabiduría y espiritualidad. Karma Pakshi fue el 2º Gyalwa Karmapa. Fue un niño prodigio que a los diez años ya había adquirido una amplia comprensión de la filosofía del Dharma y de la meditación. Su maestro, Pomdrakpa, había recibido la transmisión Kagyu completa de Drogon Rechen, el heredero espiritual del 1er Karmapa. Pomdrakpa se dio cuenta, a través de ciertas visiones muy claras, de que el niño a su cargo era la reencarnación de Dusum Khyenpa, como también se indicaba en una carta entregada a Drogon Rechen. Se dice que el joven Karma Pakshi asimilaba las enseñanzas más profundas sin esfuerzo y que sólo necesitaba una lectura de un texto para familiarizarse con él, puesto que ya estaba iluminado. No obstante, Pomdrakpa se preocupó de transmitir formalmente todas las enseñanzas a través de las iniciaciones tradicionales, para que la corriente del linaje de iniciación no se interrumpiera. Así ha sido desde entonces: a pesar de su claridad innata, los jóvenes Karmapas reciben todas las transmisiones formalmente.