Escuela china del siglo XIX.
“Culto a los ancestros”.
Pintura sobre seda.
Presenta desperfectos.
Medidas: 126 x 79 cm; 133 x 88 cm (marco).
La disposición ordenada de los dos personajes representados continúa la línea de los retratos a los ancestros orientales. En esta tipología de obras, los personajes se sitúan en primer plano, mirando al frente, retratados con gran dignificad y un acusado carácter naturalista, si bien presentan una postura completamente estática. Los personajes acostumbran a vestir ropas bordadas y complementos propios de su condición. Tras los personajes se establecen espacios arquitectónicos que actúan de telón de fondo de las representaciones, ofreciendo al espectador más información acerca de quiénes son los protagonistas. El culto a los ancestros es posiblemente la práctica religiosa más extendida en China, y hunde sus raíces en la más remota historia del país, en las primeras manifestaciones de la cultura china. Se halla perfectamente integrado en el taoísmo, el budismo y el confucianismo, y se extiende a todas las esferas de la vida religiosa china.