Plato ceremonial. Boiken, Montañas del Príncipe Alejandro
Papúa Nueva Guinea, finales del siglo XIX - principios del XX.
Madera, ratán.
Procedencia:
- Ulrich Kortmann, Dortmund, Alemania.
Medidas: 36,4 cm de diámetro.

Un plato ceremonial boiken de los montes Príncipe Alejandro, en Papúa Nueva Guinea, es un ejemplo de la rica tradición cultural y artística de los pueblos de esta región. Los boiken son un grupo étnico que habita las tierras altas de la región de los montes Príncipe Alejandro, en el norte de Papúa Nueva Guinea. Los platos ceremoniales de los boiken suelen ser de madera tallada. Presentan diseños geométricos y figuras estilizadas que reflejan creencias espirituales y un vínculo con el mundo natural. Estos diseños no son sólo ornamentales, sino que también tienen un significado simbólico relacionado con la visión del mundo de los boiken, muy influida por la espiritualidad, los espíritus ancestrales y la naturaleza. Los platos ceremoniales boiken se utilizan en diversos rituales y ceremonias importantes. Estos pueden incluir rituales de iniciación, bodas y ceremonias de adoración a los espíritus, entre otros.

Hace miles de años, el territorio boiken estaba ocupado por hablantes de lenguas del filo torricelli. Posteriormente, un gran número de hablantes de ndu procedentes de la región de Koiwat, al norte del río Sepik, se infiltraron en lo que hoy es el sureste del territorio boiken y se extendieron hacia el norte, hacia las islas costeras, asimilando lingüísticamente a los residentes torricelli a medida que se desplazaban. En consecuencia, los yangoru boiken parecen tener una doble ascendencia ndu y torricelli, lo que puede explicar sus estrechas afinidades culturales con los arapesh de montaña que hablan torricelli. El primer contacto se produjo a principios de siglo, pero no fue hasta 1930 cuando misioneros, reclutadores de mano de obra y patrulleros empezaron a ejercer una influencia significativa en la cultura yangoru boiken. Para entonces, el acero había desplazado a la piedra y la guerra estaba en declive. En 1980, la iniciación masculina, excepto la primera etapa de la femenina, y la mayoría de las artes tradicionales habían desaparecido, la moneda había desplazado a la riqueza en conchas y los utensilios de aluminio habían sustituido a las vasijas de barro y los platos de madera.