Brazo izquierdo, fragmento de figura Nok, Nigeria.
Alrededor de 2000 años de antigüedad.
Terracota.
Medidas: 25 cm.
Las piezas de arte Nok que se han preservado a través del tiempo, casi todas incompletas, son terracotas de una elegancia espectacular, que denotan un alto grado tecnológico y artístico, tanto en el modelado de la arcilla como en la cocción de la cerámica. Los temas son generalmente figurativos, y representan lo que parecen ser líderes y antepasados, además de estelas funerarias y amuletos. Este exquisito legado ha hecho famosa en todo el mundo a la cultura Nok, y en él destacan especialmente las figuritas tanto masculinas como femeninas, estilizadas y en posiciones muy variadas, luciendo numerosas joyas y caracterizadas por una cabeza desproporcionadamente grande, ornada con peinados meticulosamente detallados. Las figuras Nok suelen aparecer rotas, dado que proceden de estratos aluviales formados y destruidos por la erosión de arroyadas esporádicas.
La cultura de Nok apareció en Nigeria en torno al 500 a.C., y se desvaneció al final del primer milenio de nuestra era, por causas desconocidas hasta ahora. A día de hoy, la estructura social de esta cultura parece extremadamente avanzada, considerando su situación relativamente alejada de otras grandes culturas, y teniendo también en cuenta que el resto del África occidental estaba, en esas fechas, asimilando el neolítico. Ciertas teorían conectan a los Nok con el Antiguo Egipto. Por otra parte, esta cultura es considerada la más refinada productora de esculturas en terracota del África subsaharaiana. La teoría de que los Nok fueran descendientes de los egipcios aclararía en parte la madurez de su cultura y el refinamiento de sus figuras de barro cocido, si bien se trata de una explicación decimonónica de la que no existen pruebas.