Torso femenino. Roma, siglo II d.C.
Mármol.
Procedencia: colección particular.
Buena conservación del fragmento. Partes erosionadas.
Medidas: 51 cm. (altura con peana).; 36 x 23 x 15 cm.(torso); 14 x 21 x 21 cm.(peana).
Esta escultura de un torso romano del siglo II d.C., que viste una túnica o peplo drapeado con pliegues naturalistas, podría representar a la diosa Venus (la Afrodita griega), personificación del amor y la belleza. Siguiendo la tradición de la Grecia clásica, las efigies Venus asumían una postura sensual, saliendo del baño o, como en este caso, dejando al descubierto uno de sus turgentes pechos, lo que también la asocia con la fertilidad. Los pliegues naturales de la túnica denota el alto nivel de habilidad técnica alcanzado por los escultores romanos. El tratamiento de los pliegues de la tela no solo aporta realismo a la obra, sino que también ayuda a transmitir el movimiento y la fluidez del cuerpo de la figura, un aspecto importante en la escultura romana que derivó de las influencias helenísticas. Posiblemente, el armónico cuerpo adoptaba un contrapposto que contribuía a imprimir una gracia sinuosa a la figura, cuyo rostro sin duda también emulaba los cánones helénicos de belleza.
La escultura romana del siglo II d.C. es una de las fases más importantes del arte romano, destacándose por una evolución en la técnica, el realismo y el estilo. Durante este periodo, el arte romano continuó su influencia de la tradición griega, pero con una adaptación que reflejaba los ideales de la sociedad romana. El siglo II d.C. corresponde a la dinastía Antonina, que incluye a emperadores como Trajano, Adriano y Marco Aurelio, quienes impulsaron una era de prosperidad en el Imperio Romano y, por lo tanto, también una expansión en el patrocinio de las artes.