Máscara de pseudomomia. Antiguo Egipto, Época Ptolemaica, siglo IV a.C.
Lino y pigmentos.
Procedencia: Piasa, Jean Roudillon, París 7 de junio de 2004, lote 172. Colección particular italiana.
En buen estado.
Medidas: 11 cm de altura.
Las máscaras funerarias egipcias tenían como función principal la de permitir la identificación del difunto, por lo que se colocaban cubriendo la cabeza de la momia. Por otro lado, el capítulo 151 del Libro de los Muertos recuerda que la máscara funeraria constituye un elemento esencial de la protección de la cabeza del difunto. Las primeras máscaras funerarias serían las “cabezas de reserva” de piedra de la IV dinastía, que servían de sustituto para la cabeza del difunto. Las excavaciones han sacado a la luz varias máscaras de yeso de finales del Imperio Antiguo, moldeadas sobre la cara del difunto con el fin de conservar su memoria. Las máscaras reales, la mayoría de las veces de oro, serán a menudo adornadas de piedras semipreciosas y de fragmentos de pasta vítrea. La máscara es por tanto una pieza importante dentro de los ritos funerarios del Antiguo Egipto, formando parte de una elaborada serie de rituales que se consideraban necesarios para asegurarse la inmortalidad tras la muerte. Estos ritos y protocolos incluían la momificación, la pronunciación de hechizos mágicos y la inclusión de objetos muy específicos en las tumbas, que se pensaba serían necesarios en la otra vida.