Alfombra persa, ca. 1920.
Lana.
Medidas: 357 x 550 cm.
Alfombra persa realizada enteramente en lana. Presenta un campo de color rojizo sobre el que destaca un rosetón central a partir del cual se expande la decoración vegetal, combinando patrones estéticos que se repiten rítmicamente. La orla se compone de tres bandas ocupadas por cenefas de motivos similares a los del campo, la central más amplia que las demás. Colores complementarios: beige, marrón, blanco, azul y verde.
La alfombra persa es un elemento esencial del arte y de la cultura persas, cuya confección se ha convertido en un arte. El tejido de alfombras es una de las más elevadas manifestaciones de la cultura y del arte persas, que se remontan a la Edad del Bronce. El lujo al que se asocian las alfombras persas forma un sorprendente contraste con sus modestos inicios entre las tribus nómadas de Persia. La alfombra era un bien necesario para protegerse del rudo invierno. Posteriormente, se convirtió en una vía de expresión artística por la libertad que conlleva principalmente la elección de colores vivos y de los motivos empleados. Los secretos de fabricación han pasado de generación en generación. Los artesanos utilizaban los insectos, las plantas, las raíces, las cortezas y otros temas como fuente de inspiración. A partir del siglo XVI, la fabricación de alfombras se desarrolló hasta convertirse en un arte de pleno derecho.