Reloj de viaje Luis XVI. Francia, ca. 1790.
Bronce dorado.
Con fecha.
Gran sonería con dos campanas a voluntad y repetición a los cuartos y medias horas.
En estado de marcha. Es posible que la maquinaria precise repaso.
No conserva la llave.
Medidas: 22 x 14 x 8 cm.
Reloj de viaje Luis XVI elevado sobre cuatro pies de lenteja que sostienen la caja principal del reloj decorada con coronas de laurel, hojas de roble y rosetas en los laterales, éstas últimas características de la ornamentación Luis XVI. Corona la pieza una empuñadura en forma de serpiente. Su frente aloja la gran esfera circular esmaltada con numeración arábiga y función calendario. Dos cuerdas en los laterales permiten hacer sonar la sonería a demanda del propietario. La parte trasera se distingue por una rejilla calada y cincelada.
Los relojes de bronce de sobremesa del siglo XVIII fueron piezas clave en la decoración y el diseño de interiores, además de símbolos de estatus social y refinamiento. Elaborados con gran detalle y a menudo adornados con motivos artísticos, estos relojes no solo servían para medir el tiempo, sino que también reflejaban los avances técnicos y el gusto por la artesanía fina de la época. El bronce, un material duradero y estéticamente apreciado, permitía la creación de formas complejas y elegantes, integrando estilos como el neoclásico o el rococó, lo que los convertía en objetos altamente valorados en las residencias de la alta sociedad.