Holger Hvidtfeldt Jerichau

HOLGER HVITFELDT JERICHAU (Copenhague, 1861-1900).
“Dos hombres en Benarés". 1884.
Óleo sobre lienzo.
Firmado, localizado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Conserva marco de época.
Presenta algunas faltas en el marco dorado.
Medidas: 60 x 40 cm; 82 x 62 cm (marco).

Holger Hvidtfeldt Jerichau residió en varios países asiáticos, sobre todo en la India. Sus pinturas de viajes trascienden la anécdota orientalista, como se aprecia en este lienzo. Dos nativos remojan sus pies en el Ganges, y la sacralidad del río hindú se contagia en la claridad de la atmósfera, límpida y calma. Su tez oscura contrasta con la blancura de los paños. Esbeltas palmeras apuntalan el cielo, y sus copas pincelan con su verdor el azul turquesa. La luminosidad cálida del celaje se refleja en la superficie transparente del agua cristalina, como también reverberan en ella las siluetas masculinas, deshaciéndose en miríadas cromáticas que rielan en rítmicos vaivenes. Las casuchas se hacinan junto a la pendiente, completando un cuadro que transmite una visión idílica y romántica de este paraje indio.
Holger Hvidtfeldt Jerichau fue un paisajista danés. Su hermano, Harald Jerichau, también fue un conocido pintor del mismo género. Hijo del escultor Jens Adolf Jerichau y de su esposa, la pintora Elisabeth Jerichau Baumann. Al principio fue aprendiz de comerciante en Alemania e Italia, pero mostró poca aptitud para esa carrera. Por ello, optó por seguir los pasos de sus padres. Recibió la mayor parte de su formación de su madre, pero también estudió con tutores en el extranjero. Nunca asistió a una escuela de arte. A partir de 1884 expuso paisajes con motivos italianos. Vivió en el extranjero la mayor parte de su vida, principalmente en Italia, pero también en el sur de Rusia y Asia, incluido un año en la India (1893-94). La mayoría de sus paisajes daneses datan de 1885 y 1886, cuando vivía cerca de Hørsholm y se casó con Anna Frederikke Birch, hija del registrador local. Su hijo, Jens Adolf, prometedor pintor expresionista, se suicidó a los veinticinco años. Gran parte de su obra se califica hoy de superficial, y obviamente dirigida a los gustos del público más amplio posible. A pesar de la diversidad cultural de los lugares donde vivió y visitó, su elección de temas es a menudo banal y los colores muy simples. Murió en la Navidad de 1900, y está enterrado en el cementerio de Hørsholm. Aunque sólo tenía treinta y nueve años, su producción total fue considerable.